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Riesgos y oportunidades de la imagen en la era digital
En el primer capítulo de su obra Por una función crítica del fotoperiodismo, el maestro Pepe Baeza afirma tajantemente que hoy en día el discurso de las sociedades postindustriales ha acuñado el término postfotografía para indicar que la función testimonial de la imagen gráfica ha finalizado, ya que ésta ha sido absorbida para darle un uso más domesticador.
Y dice que en ello tiene mucho que ver la llamada virtualidad, pues gracias a la enorme facilidad que existe hoy en día hay para manipular una imagen se crea un “gran desconcierto” en el observador.
Hoy en día, el uso de las nuevas tecnologías en ámbitos de carácter testimonial genera polémica y discusión. De nueva cuenta, la supuesta impronta de veracidad de la imagen se ha puesto en entredicho.
Si retrocedemos en el tiempo y volvemos a los primeros días de la fotografía, nos percatamos que desde un inicio la imagen fotográfica fue considerada como “el lápiz de la naturaleza”, por lo mismo, pronto fue condenada a llevar un registro puntual de la realidad. En ese entonces, la función testimonial de la imagen estaba en su apogeo. “Ver para creer”, se decía.
Cualquier intento de “alterar” una imagen fotográfica o de experimentar con el novedoso invento era desacreditado. No se debía “jugar” con la realidad.
Tiempo después, se reflexionó al respecto y caímos en la cuenta que la supuesta realidad que captábamos a través de una imagen, no era la realidad en sí: era algo, real, sí, pero sólo un fragmento de esa realidad, no la realidad misma.
Es decir, un fragmento de la realidad elegido, abordado mediante nuestras posturas políticas, religiosas, sociales. Realidad, si, pero alterada por esas mediaciones.
A dichas mediaciones debemos agregar el uso de las nuevas tecnologías y toda la parafernalia de la virtualidad. Hoy la realidad es más fácil de alterar, más fácil de “corregir”, más fácil de corromper, más fácil de enmendar para hacerla “más atractiva”.
Baeza lo advierte: “El mayor riesgo es perder de vista las imágenes de la realidad, que pueden aparecer aburridas frente a la exhuberancia de nuevos tipos de imagen”. (1)
Y la advertencia es muy clara y evidente. Actualmente, cuando acudimos a comprar revistas o diarios, encontramos con más frecuencia cierto tipo de imágenes que llaman de inmediato nuestra atención por la forma en que fueron “trabajadas”, manipuladas.
La llamada fotoilustración se impone cada vez más en las páginas de algunas publicaciones, sin que éstas tengan a bien advertirnos el tipo de imagen ante la cual nos encontramos.
En ocasiones no hace falta que una publicación aclare si una imagen es real o virtual, sin embargo, el que no exista actualmente una obligación ética o legal para hacerlo, no debería exentar a las publicaciones para advertirle al lector de la naturaleza de la imagen ante la cual posa su mirada.
Este tema de discusión no es irrelevante, ya que hay regiones donde el derecho a la información, el respeto a la vida privada y las cláusulas de conciencia son considerados verdaderos obstáculos para el desarrollo de la prensa… de la prensa amarillista y escandalosa. Hoy sabemos que una imagen adulterada puede acabar por completo con la reputación de una persona o de una institución, sea cual fuera el carácter de esta.
No se malentienda, de ninguna manera abogamos por la censura hacia los medios o por la supervisión estatal; abogamos por un desempeño ético de los mismos ante las evidentes muestras de irresponsabilidad que pueden generarse cuando lo que se busca es persuadir y no informar.
Coincidimos con Baeza en que “los grandes grupos surgidos de la concentración de medios llevan a cabo una estrategia para hacer pasar mensajes persuasivos como informativos”. (2)
Por ejemplo, en un programa especial elaborado para conmemorar los cien años de la fotografía norteamericana, concretamente en la parte llamada Cuentos de la era digital, se documentó la alteración del retrato de un famoso ex jugador de futbol americano, llamado O. J. Simpson, quien había sido acusado de matar a su mujer. (3)
La historia es la siguiente: la foto original fue tomada por el Departamento de Policía de Los Ángeles el 27 de junio de 1994, y fue proporcionada a varios medios, entre ellos las famosas revistas Newsweek y Times. Tan sólo la primera revista respeto la imagen tal cual le había sido proporcionada por la policía, La segunda revista manipuló la foto, hizo varios cambios al rostro de Simpson para darle un carácter más perverso, más siniestro. Dicha alteración causó mucha controversia, pues la imagen fue alterada a tal grado que no se podía reconocer el original. Lo más grave fue que la revista Times no se tomó la molestia de informar a sus lectores acerca de la “transformación” de la fotografía.
Esto nos obliga a estar sumamente atentos a todas las imágenes que nos presentan los medios, y a dudar más que nunca de ellas.
En esta era digital lo que está en juego es la misma credibilidad de los medios; vale la pena mencionar que este es el valor más importante de una publicación por lo que cualquier “error”, intencionado o no, nos puede costar bastante.
Sin embargo no debemos pensar que gracias al uso de las nuevas tecnologías, la función testimonial de la fotografía se ha extinguido por completo. Tanto el fotoperiodismo como la fotografía documental deben seguir guardando mucho respeto por las condiciones bajo las cuales se obtiene una imagen.
Las alteraciones que una imagen sufra en dichos ámbitos, deben ser mínimas, y sobre todo ética y editorialmente justificables.
No obstante, tal como afirma Pepe Baeza, más que pensar en la fidelidad indiscutible de las imágenes, tal como se hacía en el pasado, hoy en día debemos estar más atentos a la credibilidad del emisor de una fotografía…y también debemos estar atentos al entorno donde se captó una imagen, a la historia que le da sentido.
Debemos tener en cuenta que la misma realidad puede ser alterada, manipulada con fines a veces inconfesables…y que la fotografía puede ser la herramienta que se utiliza para otorgar veracidad a un “teatro del absurdo”.
En el Beso de Judas, fotografía y verdad, Joan Fontcuberta nos menciona el caso de la tribu que nunca existió para dar cuenta que la imagen fotográfica no puede tomarse como la representación fiel de la realidad, pues la “realidad misma” puede ser alterada para engañar, para manipular. (4)
Es decir, desde antes de la irrupción de las llamadas nuevas tecnologías, la “veracidad” de la imagen fotográfica ya se había puesto en entredicho.
Hoy, “gracias a la virtualidad se está cambiando nuestra percepción global sobre las imágenes. Se está produciendo felizmente el fin de la experiencia histórica basada en la credibilidad social absoluta de las imágenes”. (5)
La era digital nos mostrará lo mismo imágenes ficticias que imágenes reales o escasamente manipuladas. Debemos aprender a convivir con ellas, a analizarlas, y si es posible, a indagar sobre el emisor y sus intenciones.
Por otra parte, sin lugar a dudas la llegada de las nuevas tecnologías al ámbito de la comunicación ha transformando por completo la rutina de aquellas personas cuya actividad está relacionada con los medios de información.
En los años recientes, muchos oficios relacionados con el quehacer de los medios han desaparecido sin remedio, como es el caso de los linotipistas. Otros se han adaptado al uso de las nuevas herramientas, tal es el caso de los reporteros gráficos.
El uso cada vez más extendido de cámaras reflex digitales, y el gran soporte que representa la red de redes ha favorecido el trabajo de los reporteros gráficos, al permitirles trabajar con más velocidad y publicar más y mejores imágenes.
Hoy, en un mismo evento podemos observar a decenas de fotógrafos disparando continuamente, revisando en la pantalla LCD la calidad de la imagen que acaban de captar hace algunos segundos, desechando las que no son de su completo agrado, en fin, editando.
Tiempo después, algunos transmiten dicha imagen vía satelite, otros deben llevarla a la redacción, bajarla a la computadora, recortar las partes que considere innecesarias o darle más brillo y contraste a sus imágenes; en algunos casos reducen la resolución y el tamaño de las mismas y después deben salir corriendo para “cubrir” otro evento noticioso.
Recuerdo hace algunos años, allá por 1997 cuando tuve en mis manos mi primera cámara digital: una pequeña Olympus de focal fija y memoria muy limitada que sólo nos daba la opción de captar 12 fotos de buena calidad. Para obtener una imagen aceptable debía acercarme mucho a los sujetos de mi interés. Las imágenes no tenían buen tamaño, por lo que una ampliación de calidad era imposible de obtener, ya que la imagen se deformaba demasiado.
Ante tales limitaciones decidí seguir utilizando el equipo análogo, que era totalmente mecánico: una cámara Yashica con lente de 50 mm, y una Nikon FM 2 con lente normal, y un potente angular 28-300mm.
Decidí que lo digital aún no me ofrecía la calidad adecuada para el trabajo editorial. Hoy, todo es distinto: trabajamos con una cámara reflex digital que además nos permite utilizar los antiguos objetivos, y también el flash externo. Continuamente subimos imágenes a la red y actualizamos las bitácoras electrónicas donde compartimos nuestra pasión por la fotografía con cibernautas de distintas latitudes geográficas.
Las rutinas del quehacer periodístico han cambiado. Hoy se exige mayor rapidez para captar, procesar y distribuir una fotografía. La competencia entre los reporteros gráficos es mayor. Y también es mayor la posibilidad de “borrar” imágenes que podrían llegar a ser trascendentes, pero que en un principio el reportero gráfico considera desechables.
Por ejemplo, en el programa Cien Años de la Fotografía en los Estados Unidos el actual fotógrafo de la Casa Blanca Dick Hasteald comentó que en un evento del Partido Demócrata, llevado a cabo en 1996, retrató a la famosa Monika Lewinsky saludando al entonces mandatario Bill Clinton. (6)
Cuando se desató el escándalo, el reportero reconoció haber fotografiado con anterioridad a la famosa Lewinsky. Contrató a una investigadora para indagar en sus archivos gráficos y la famosa imagen apareció; tiempo después fue publicada en la portada de una revista para dar constancia del hecho de que el entonces presidente y Monika se conocían desde hacía tiempo.
Lo importante del caso es que Halstead recuerda no haber sido el único fotógrafo que captó dicha imagen, sólo que era el único que seguía utilizando película; los demás reporteros tenían ya las modernas cámaras digitales, y probablemente borraron la imagen para tener espacio en la memoria.
Borrar y preservar la historia, ese es el riesgo.
En un artículo publicado en la página electrónica de Sala de Prensa http://www.saladeprensa.org/ el reportero gráfico Jim Lowney afirma que las nuevas tecnologías y el Internet están transformando el fotoperiodismo; muchos periódicos están cambiando completamente de la película a lo digital, y los profesionales independientes o free lancers encuentran mejores oportunidades para promoverse. (7)
Gracias a que Internet es más visual, más gráfico, los fotógrafos pueden encontrar más oportunidades para publicar su obra.
Además, hoy es muy común que las versiones electrónicas de distintas publicaciones nos ofrezcan varias galerías de imágenes con las fotografías del día. Dichas imágenes pueden ser de carácter político, deportivo o del llamado “mundo del espectáculo”.
En el plano nacional destacan las galerías electrónicas de Proceso foto http://www.procesofoto.com.mx/ , y de la agencia Eikon http://www.eikon.com.mx/presentacion.html de Eloy Valtierra. Estas agencias destacan por dar oportunidad a los jóvenes fotógrafos que desean ingresar al mundo del fotoperiodismo.
A nivel internacional debemos destacar las galerías del diario argentino El Clarín
http://www.clarin.com/ que también nos ofrece interesantes productos multimedia, y las increíbles galerías del diario estadounidense The Washington Post http://www.washingtonpost.com/ .
Gracias a la era digital, los reporteros gráficos o los interesados en la imagen periodística o documental tenemos a nuestro alcance la posibilidad de apreciar el trabajo de grandes profesionales que se encuentran en distintas partes del orbe.
Por ejemplo, Internet nos brinda la oportunidad de visitar el sitio del famoso reportero gráfico Dirck Halstead, conocido como http://digitaljournalist.org/ ,y el de la universidad de texas, http://www.cah.utexas.edu/que se dedica al estudio de la relación entre el poder político y la imagen periodística en los Estados Unidos.
También podemos acceder con facilidad a la página electrónica de World Press Photo http://www.worldpressphoto.nl/ y observar las que son consideradas como las mejores imágenes periodísticas.
Asimismo, gracias a las llamadas bitácoras electrónicas, algunos profesionales de la lente, o gente comprometida, han podido publicar imágenes que no hubieran escapado de la censura editorial, tal es el caso del sitio http://crisispictures.org/ donde se exponen imágenes de la tragedia iraquí, así como del conflicto entre Israel y Palestina, imágenes de África, Asia y Sudamérica. Este sitio, que nos presenta escenas dramáticas que cotidianamente se presentan en distintas sociedades, se actualiza día con día.
Y estas páginas electrónicas elaboradas por profesionales e instituciones de gran prestigio, son también acompañadas por miles, sino es que millones, de fotologs, que son bitácoras electrónicas que nos ofrece Internet para publicar y compartir imágenes. Las bitácoras electrónicas han derivado en fotologs, mismos que a mi parecer no se han explotado a cabalidad, puesto que los fotologgers utilizan este amplio recurso para “subir” fotos un tanto banales.
Dicho intento por preserva la memoria no está mal, sin embargo, pocos usuarios se aventuran a crear un verdadero álbum con las imágenes familiares. Por lo regular, encontramos fotos de fiestas o viajes con los amigos, pero no se va más allá. Sin embargo, un buen ejemplo de lo que puede hacerse con el álbum familiar se encuentra en la página personal de un ciudadano español de nombre Víctor Morales http://www.vmorales.com/album/.
En dicho ejercicio, el señor Morales hace un extenso recorrido por su vida familiar. Es un interesante registro de sucesos, de logros. En dicho álbum encontramos fotos que datan desde 1952, y llegan hasta el año 2004.
Si antes el fotógrafo educaba su visión mediante la observación del trabajo de sus colegas inmediatos o de la lectura de libros de fotografía, hoy es muy común que con el fin de “educarse” visualmente, tanto reporteros gráficos como estudiantes revisen continuamente muchas páginas electrónicas cuya temática verse en la fotografía. Este es un aspecto positivo que han traído consigo las nuevas tecnologías.
Y es una lástima que no todos los involucrados en el mundo de la fotografía tengan la oportunidad o bien el interés de aprovecharse de estos recursos.
Debemos reconocer que no todas las personas interesadas en la fotografía tienen la posibilidad económica para cambiar de lo análogo a lo digital. No es que se reniegue del cambio, simplemente no se tiene acceso a él.
No nos “negamos” a aceptar la llegada de la modernidad, como falsamente postuló el maestro Pedro Meyer durante su participación en el Festival Chobi Melia III, en Bangladesh, y que fue publicada en una nota informativa en el diario El Universal.
En dicho artículo periodístico, titulado La fotografía digital es el tsunami de muchos, Meyer asegura que “hay una inercia y resistencia al cambio. Las consecuencias de negarse a ver y conocer de cerca lo que ofrecen las nuevas tecnologías tienen un impacto y un costo social elevados”. (8)
Tal vez el maestro Meyer se olvidó un poco de las condiciones económicas que privan en muchos países de Latinoamérica y que en muchas ocasiones se presentan como un gran obstáculo para “modernizarse” y pasar de lo análogo a lo digital.
Para el fotógrafo aficionado, el adquirir una cámara digital representa también pensar en contar con los aditamentos indispensables para completar con éxito la tarea gráfica. Aquellos que pueden costear el equipo fotográfico saben que también deben contar con un equipo de cómputo con la suficiente memoria para soportar toda esa carga de imágenes que en un futuro contendrá. Además, falta la impresora, los discos flexibles para guardar las imágenes, las tarjetas de memoria, etcétera.
No obstante, es deber reconocer que a lo largo de la historia, y en distintos ámbitos, se han presentado reticencias a los cambios por miedo a perder los privilegios o también por ignorancia.
Hoy, al igual que ocurrió con muchos pintores cuando se inventó la fotografía, existen reporteros gráficos que reniegan del uso de las nuevas tecnologías y consideran que “cualquiera” puede tomar fotos; están preocupados porque en cada evento ven surgir a sus rivales: personas “armadas” con una cámara digital o un teléfono celular con cámara integrada, que buscan también capturar un instante que consideran relevante para su vida.
Aficionados que captan…pero que en su mayoría no están interesados en “publicar” su imagen porque la consideran algo muy personal, que sólo desean compartir con un reducido grupo de amigos o familiares.
Los reporteros gráficos no tendrían por qué preocuparse tanto por esta “nueva competencia”, por la enorme cantidad de nuevos fotógrafos que buscan captar una imagen.
No, la competencia no está en los nuevos aficionados, la competencia está en el gremio mismo, en aquellos que ya accedieron al uso de las nuevas tecnologías y que poco a poco desplazarán por completo a los llamados fotógrafos románticos.
La tecnología cambia muy rápido, y desafortunadamente muchas personas se quedarán en el camino ante la incapacidad de acceder a las nuevas herramientas. Pronto habrá cámaras con más megapixeles, paquetes de cómputo mejorados, computadoras y aditamentos con más memoria, que serán más rápidos y más versátiles.
Aquel profesional que pretenda ser protagonista en su quehacer gráfico tendrá como obligación la constante actualización
Además, está también el reto que impone la imagen móvil, el video digital, gracias al cual se pueden obtener también imágenes fijas y crear galerías en productos multimedia.
Cuado el video sea más común en Internet, la imagen fija pasará momentos difíciles, pues muchos cibernautas preferirán ver los productos multimedia con imágenes móviles por sobre los sitios que sólo ofrezcan fotografías.
Además, otro reto lo representará el cambio que sin lugar a dudas se presentará en las relaciones laborales por causa de las nuevas tecnologías.
Debemos aguardar con atención las señales que darán los empresarios de los medios, que tal vez busquen recortar la plantilla de fotógrafos de diarios o revistas locales porque quizás les resulte más barato comprar imágenes de una agencia electrónica, que pagar el sueldo de dos o tres reporteros gráficos.
Así que el reportero gráfico tendrá que afrontar los cambios que se gestarán en las relaciones laborales, y la presencia omnipotente de la imagen móvil en Internet. Esos son los verdaderos retos para los fotógrafos, no el aficionado con su camarita digital de 3 0 4 megapixeles, escala focal limitada y flash integrado que sigue limitado a los mismos temas: fotos de fiestas, reuniones familiares, eventos, etcétera.
Por otra parte también existen muchos fotógrafos que agradecen la existencia de las cámaras digitales y los paquetes de cómputo como Photoshop, pues gracias a estos instrumentos, pueden expresar con más facilidad sus ideas creativas, que muy poco tienen que ver con la representación fiel de la “realidad”. Estos son profesionales que en su mayoría se dedican al arte.
Para estos fotógrafos, las nuevas tecnologías representan una formidable herramienta para ejercer la creación artística. Y muchos agradecen desde ya estas enormes posibilidades.
Tan sólo recordemos que cuando se inventó la fotografía hubo también algunos pintores que agradecieron la llegada de tan increíble invento, pues argumentaban que gracias a ello, la pintura por fin se había liberado de la ingrata tarea de representar la realidad. Desde ese entonces los maestros de la pintura tendrían la posibilidad de plasmar sus fantasías, sus sueños.
Al respecto, la gran escritora Susan Sontag cita en su reconocida obra Sobre la Fotografía, que el gran fotógrafo norteamericano Edward Weston opinaba que “el pintor debía estar agradecido, pues como tantos fotógrafos anteriores y posteriores a él considera que la usurpación es en verdad una liberación. Al apropiarse de la tarea de retratar de manera realista, hasta entonces monopolizada por la pintura, la fotografía dejó a la pintura en libertad para su gran vocación modernista: la abstracción.” (9)
La misma Sontag se encarga de desmentir dicha opinión al recordar que la propia pintura se había alejado por cuenta propia de la representación realista, años antes de que apareciese la fotografía.
Entonces… ¿cuál es el papel que desempeñará la imagen fotográfica en la era digital? ¿Acaso las nuevas tecnologías han derrumbado el mito de la veracidad, de la fe en la imagen? ¿Estamos en la llamada era postfotográfica? ¿Sustituirá la imagen móvil a la imagen fija?
Creo que pese a las nuevas tecnologías y a los emisarios o agoreros de la postmodernidad, la imagen fija seguirá teniendo un poder inconmesurable. Por cuestiones culturales, de tradición milenaria, estamos acostumbrados a la presencia de las imágenes, y a las leyendas y tradiciones que se tejen a su alrededor.
Entramos a la era de desacralización de las imágenes, pero no debemos desconfiar de ellas del todo, sobre todo de las imágenes que nos remiten a procesos de testimonio. De otro modo, los poderes fácticos siempre tratarán de argumentar que toda imagen que exponga o denuncie una realidad execrable, es falsa.
Es verdad que hoy aceptamos sin prejuicios y sin mucha crítica las llamadas imágenes virtuales, pero pronto se reestablecerá el sentido y los ciudadanos pediremos, exigiremos imágenes que evoquen “fragmentos de realidad”, para así poder comprender nuestro mundo, nuestro entorno, ya sea inmediato o global.
Hoy más que nunca el reportero gráfico, el editor y todo aquel que trabaje la imagen como fundamento de testimonio debe defender la esencia de la fotografía de prensa o documental, respetando su trabajo, no manipulándolo hasta el grado de querer construir un engaño para obtener un beneficio a corto plazo.
Y el público que demanda imágenes como fundamento de la información debe analizar, debe cuestionar, debe estar atento al vendaval de fotografías que circulan por páginas impresas o electrónicas.
De otro modo, como bien dice Giovanni Sartori, el Homo Videns triunfará por sobre el Homo Sapiens, y la razón dará paso al fanatismo.”La facilidad de la era digital representa la facilidad de la droga…hacia finales del siglo XX el Homo Sapiens ha entrado en crisis, una crisis de pérdida de conocimiento y de capacidad de saber”.
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6 comentarios:
Si bien es cierto que la fotografía digital ha permitido la aparición de diversas imágenes alteradas en los medios relacionados con la prensa, no debemos olvidar que dicha conducta no tiene nada de novedoso, anteriormente, eso sí, el proceso era mucho más tardado, existía el fotomontaje y el fotógrafo podía realizar alteraciones a su obra en el cuarto oscuro.
La idea del momento decisivo se anquilosó en las mentes de muchos dedicados al oficio y podíamos encontrarnos con fotoreporteros frustados, cuyas imágenes no satisfacían su deseo de trascendencia.¿Cuantas obras han sido puestas en entredicho, debido a que el momento que retratan parace manipulado?
No todos los que poseen una cámara digital son fotoreporteros en potencia,aquellos que utilizan photoshop con fines creativos se circuncriben a un grupo reducido, considero que el punto importante aquí es: ¿cuál es valor de nuestro trábajo gráfico? ¿queremos proporcionar un mensaje trascendente? o solamente buscamos engrosar las filas de la iconográfia chatarra, que inunda actualmente los medios de comunicación.
El fotógrafo es un observador subjetivo, en el momento que apunta su herramienta de trabajo hacia una situación específica y no otra, ya esta alterando la realidad, a parte, "la realidad" es un término cuyo significado no tenemos bien definido¿mi realidad es la misma que la del niño,habitante de África, desnutrido y rodeado de moscas? ¿Mi realidad es la misma que la de aquellos, que viven en constante temor por las acciones de grupos terroristas?
El fotoperiodismo también es un punto de vista, pero en nuestras mentes circulan prejuicios e ideas transmitidas repetidamente por los mismos medios que las crearon¿la objetividad nos hará libres? siento decirlo, pero tal cosa no existe, El fotógrafo de prensa nos muestra lo que a él ( formado en una sociedad y cultura hasta cierto punto homogenizada cuyos valores morales se encuentran estandarizados )le parece deleznable o exótico.
El fotoperiodista del primer mundo retrata lo que en su entorno no existe, la mayoría de las fotos ganadoras del world press photo muestran situaciones ajenas a la realidad, sí, nuevamente ese termino tan chocante,de los países económicamente superiores.
Para mi, el debate entre lo analógico y lo digital ya no tiene validéz, se le atribuye más valor a la herramienta y no a las ideas manifestadas a través de ella,en los medios existe la manipulación de la información y siempre va a existir, ya que ésta, sirve a los intereses de los sectores instaurados en el poder.¿qué puedo hacer yo, simple mortal? bueno, creo que impulsar el espíritu crítico y la capacidad de análisis en mi y entre los que me rodean, es un buen comienzo.
El primer pensamiento y reflexión al momento de plantear el tema rádica sobre la naturaleza de la imagen digital; y así, podremos después aclarar nuestras apotaciones al patrimonio
fotográfico.
Aún y cuando no sea incuestionable que su naturaleza la incluya dentro del proceso evolutivo de la fotografía.
La imagen digital se ha integrado a dicho patrimonio por increible que parezca, y aún siendo incuestionable integrarla en este rubro.
Siempre existira el debate y nunca faltarán argumentos para justificar el lugar de la Imágen digital en el proceso evolutivo de la fotografía.
La integración de la Imágen digital en la sociedad actual y en su memoria da como resultado, un cambio drástico en aspectos fundamentales de la metodología tradicional; labores como la conservación, selección y la difusión se han simplificado significativamente.
Si a lo anterior agregamos el uso de nuevas tecnologías para el tratamiento de la imagen (Análoga o Digital) dan lugar a la creación y regulación de estándares que sirvan de referencia a nivel internacional.
Si bien no es fácil determinar la naturaleza de la Imágen digital, al menos podemos analizar su lógica.
Para definir la calidad de una imagen digital es necesario tener experiencia previa con fotografías convencionales que nos permitan valorar adecuadamente las imágenes a realizar, (criterio fotográfico).
Aquí las características de las fotografías convencionales son el punto de partida para establecer los valores de calidad.
Es necesario el conocimiento y la capacidad de comprensión de la imagen digital, tanto en sus aspectos formales y tecnológicos, así como en los aspectos culturales y sociales.
Finalmente, la difusión de la información basada en el avance de las nuevas TIC's y el trabajo con base en estándares es ya inevitable en lo referente a su gestión visual.
Las imágenes utilizadas en este blog son de caracter académico, más NO LUCRATIVO.
Encuentro muy oportunas e interesantes sus reflexiones. Sin dudarlo, la fotografía digital se impondrá del todo en muy pocos años, y es nuestro deber darle un uso tanto testimonial como creativo, respetando, en el último caso, las condiciones de espacio-tiempo, bajo la cual se obtuvo una imagen.
Por su misma naturaleza la fotografía siempre se ha considerado un "arte democrático", pues no exige muchos conocimientos ténicos.
La digitalización ha venido a democratizar más la toma de fotografías. Cualquiera puede captar una imagen obviando temas como el diafragma o el obturador.
Hoy se toman millones de imágenes en el mundo, día con día. La mayoría son de baja calidad, y no tanto por la resolución, sino por el pobre concepto compositivo con el cual se captan.
Encuentro muy oportunas e interesantes sus reflexiones. Sin dudarlo, la fotografía digital se impondrá del todo en muy pocos años, y es nuestro deber darle un uso tanto testimonial como creativo, respetando, en el último caso, las condiciones de espacio-tiempo, bajo la cual se obtuvo una imagen.
Por su misma naturaleza la fotografía siempre se ha considerado un "arte democrático", pues no exige muchos conocimientos ténicos.
La digitalización ha venido a democratizar más la toma de fotografías. Cualquiera puede captar una imagen obviando temas como el diafragma o el obturador.
Hoy se toman millones de imágenes en el mundo, día con día. La mayoría son de baja calidad, y no tanto por la resolución, sino por el pobre concepto compositivo con el cual se captan.
Tanto la fotografía digital y análoga tienen la capacidad de ser alteradas, o modificadas para crear o hacer creer alguna situación inexistente, como lo mencionamos en clase.
Considero que es bueno que la fotografía pueda evolucionar y tengamos la opción de usar una u otra dependiendo del momento, el lugar y el fin de la fotografía que queramos tomar.
En lo personal, ninguna de las dos es mejor o peor sino que se utilizan para diferentes cosas.
Tampoco creo que lo digital llego a desplazar lo análogo sino que es más práctico y a la larga tiene un costo menor.
Es bueno tener y conocer ambas formas de tomar fotografías y saber que cada una tiene su fin y su propósito.
QUE TAL GENTE!!
Bastante competencia vemos hoy en día con la fotografía es una herramienta para apostar en la sociedad de la información entramos en discusión sobre si cual es mejor si la digital o la análoga, yo creo que tanto las dos tienen sus pros y contras y sobre todo en las dos hay gran evolución, mas bien creo depende de nosotros cual es el uso que le demos y que deseamos generar con la fotografía. El mensaje si cuenta.
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